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ENRIQUE OCHOA ILUSTRADOR DE LAS OBRAS COMPLETAS DE RUBEN DARÍO

 

  • Ochoa fue autor de más de 2000 ilustraciones para las mejores revistas de la primera parte del siglo XX, novelas cortas y joyas literarias como las Obras completas de Rubén Darío.

Madrid, 6 de febrero 2016.-La Fundación Pintor Enrique Ochoa (www.enriqueochoa.com) recuerda hoy al gran poeta, periodista y diplomático nicaragüense Rubén Darío (1867-1916) en el centenario de su muerte a los 49 años. El pintor, artista y humanista Enrique Ochoa (1891-1978) destacó precisamente por su trabajo como ilustrador de las Obras Completas de Rubén Darío y una edición especial de  “El Quijote”. Desde sus inicios, Ochoa se caracterizó como un retratista excepcional en el contexto del primer cuarto del siglo XX, destacando también por su magistral técnica del dibujo como ilustrador de libros o de las principales revistas de la época como "Por esos Mundos", “La Esfera”, “Nuevo Mundo”, “Mundo Latino”, “Estampa” o “Blanco y Negro”.

Considerado el padre del modernismo literario de la poesía en castellano del siglo XX, Darío fue autor de “Azul”(1888), “Prosas Profanas”(1896) y “Cantos de vida y esperanza” (1905) entre otras obras de referencia. Fue periodista y cronista desde Francia, Italia y España donde estableció gran relación con Juan Ramón Jiménez, Antonio Machado y Valle-Inclán.

Como señala José Estévez, Presidente de la Fundación Pintor Enrique Ochoa, “Ochoa instalado en Madrid coincide con Rubén Darío y participa activamente en la vida artística y cultural de las vanguardias artísticas.Inmerso en la bohemia de la capital, Ochoa comienza a destacar como abanderado del modernismo y el art decó e inicia su etapa como ilustrador de numerosas publicaciones de la época como con las que colabora ininterrumpidamente entre 1917 y 1931”. En estos años, entabla amistad con Andrés Segovia, Lasso de la Vega, Jacinto Benavente, Ramón Gómez de la Serna o José Bergamín. También Enrique Ochoa comienza a ser popular por la ilustración de numerosas novelas cortas y otras piezas literarias.

Cabe destacar que Rubén Darío viaja en 1913 a Mallorca y se aloja en al Cartuja de Valldemosa, la misma en la que llegó a estar Federic Chopin y George Sand y en la que entre 1940 y 1949, Ochoa se recluye en la celda número 4. En este lugar místico Ochoa crea su “Plástica Musical” dónde plasma las imágenes que le sugerían las composiciones musicales principalmente de Chopin pero también de los grandes maestros como Beethoven, Debussy, Bach, Albéniz o Falla, entre otros.

Actualmente, la obra de Enrique Ochoa se puede contemplar en la exposición temporal “La mujer Ochoa. Modernismo y modernidad” que está abierta al público hasta el 26 de abril de 2016 en la Casa-Museo Cerralbo (Calle Ventura Rodríguez 17) en Madrid. La muestra, que cuenta con 46 obras, es una buena oportunidad también para admirar los detalles que tienen que ver con la estética de la mujer modernista de la época, su vestuario, su maquillaje, sus poses y su forma de abertura a una nueva sociedad que tenía en París el espejo en el que mirarse. Esta exposición reúne algunas de las obras más significativas de esta época como “Dama Chic”, “Cosmopolita” o “Capricho oriental”.

Rubendario

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Estudio de Barcelona y Gala Federova

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Estudio Ochoa, Barcelona 1944

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Ochoa en su estudio de Barcelona

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Sinfonía española. Ochoa trabajando en su estudio